Se acerca San Juan, una noche de fiesta, petardos y fuegos artificiales. Una celebración anual muy disfrutada … y temida.
¿Temida?
Aparte de aquellos que disfrutan de los petardos y les gusta contemplar como el cielo se llena de colores con los fuegos artificiales, hay un colectivo que sufre mucho durante la noche de San Juan. Sin duda, hablamos de los animales (especialmente los perros) con fobia a las tormentas y a los ruidos fuertes.
¿Qué entendemos como fobia?
Cuando hablamos de fobia nos referimos a un miedo desproporcionado que, en el caso de los perros, puede presentarse mediante una respiración agitada, temblores, salivación, micción, destrucción de objetos … y puede suponer un peligro para el animal .
¿Cómo podemos ayudarles?
6 consejos para afrontar el miedo a los petardos de tu perro:
- Crea una zona segura: Busca un espacio en una zona tranquila, lo más lejos posible de la fuente de ruido. Puede ser una habitación sin ventanas, como el baño o el garaje, por ejemplo. Si tu perro ya tiene un escondite, aprovéchalo.
- Encubre el ruido con música: Encubre el ruido del exterior poniendo la radio o la televisión con el volumen elevado. Hay estudios que afirman que la musicoterapia reduce el estrés de nuestras mascotas.
- Modifica los horarios de paseo: El día de San Juan saca a pasear al perro evitando las zonas donde se tiren petardos por la calle. Un paseo más largo de lo habitual puede ayudar a relajarlo. Una vez empezados los fuegos artificiales no lo saques hasta que no hayan terminado.
- Cuando esté aturdido, no lo castigues pero tampoco le hagas caricias: Cuando el animal esté aturdido, no lo regañes ni le castigues, pero tampoco le premies ni acaricies ya que, entonces, estarías reforzando una conducta no deseada. Vuelve a prestarle atención cuando esté tranquilo.
- No lo enfrentes a su fobia directamente: Obligar a tu mascota a enfrentarse a su fobia, tirando petardos delante de él, solamente empeorará la situación y hará que tu perro esté más asustado.
- No lo dejes solo en casa: Ese día, cuando comiencen los petardos, quédate con él. De vez en cuando visítalo en la zona de seguridad para que vea que estás allí y se sienta mejor. Mantén una actitud calmada y alegre y juega con él, si lo pide y se distrae. Recuerda que tu perro siempre percibirá tu estado emocional. Si tú estás asustado o nervioso, él también lo estará.