En Clínica Veterinària L’Arca estamos comprometidos con el bienestar animal, de modo que siempre recomendamos adoptar de protectoras o perreras antes que comprar un animal de compañía.
Un nuevo miembro en la familia
La decisión de introducir un compañero no humano en nuestra familia debería ser un acto meditado y consensuado por todos los integrantes. Antes de adoptar, deberías pensar en los cambios previstos en los próximos años y en si un compañero no humano podrá acompañarte todo ese tiempo. Un perro o gato viven de media unos 12 años, son muchos años de compromiso.
Así mismo, adoptar es un acto de amor, pero la cuestión económica es importante. Debes reservar una parte de tu presupuesto mensual para comida de calidad, vacunas, desparasitaciones… y también un pequeño fondo para imprevistos. Aunque cada vez son más comunes los seguros para mascotas, los accidentes ocurren, y normalmente suelen pasar en el peor momento.
¿Cuánto tiempo dispones para dedicarle?
Un perro o un gato no tienen las mismas necesidades, pero ambos necesitan atención diaria. Si tu trabajo te absorbe mucho tiempo y no puedes disponer de una rutina diaria de tiempo para dedicarle, quizás no es el mejor momento para adoptar.
Sé realista: tus hijos pequeños no pueden ser los cuidadores de la mascota. Los animales de compañía pueden ayudar a los niños a responsabilizarse, pero sólo de algunas rutinas sencillas. No pretendas que se encarguen ellos de la educación de la peludo. Si un niño pequeño no puede responsabilizarse de sus propios cuidados, ¿cómo pretendes que se responsabilice de otra vida?
Si insistes en comprar…
Si estás decidido a aumentar la familia y quieres que sea de una raza o características concretas, o prefieres comprar en lugar de adoptar, te damos algunos consejos para no llevarte disgustos:
- Busca un criador autorizado. Ser criador es un negocio como otro cualquiera. Y, como tal, debe disponer de una serie de requisitos específicos para poder ejercer su trabajo de manera legal. Uno de estos permisos es el de Núcleo Zoológico, que proporciona el Ministerio de Agricultura para poder tener animales con fines comerciales. El número de ese permiso debería aparecer siempre en la factura.
- Pide siempre factura. Si has decidido comprar, pide siempre tu factura en el momento de la compra, así podrás ejercer tus derechos como comprador en caso de que hubiera algún problema.
- Desconfía de los criadores con camadas disponibles todo el año, o con multitud de razas que te pueden proporcionar de manera inmediata. Los multicriaderos o “granjas de perros” suelen anunciarse de esta manera.
- No te fíes de los “chollos”. Los precios de una raza concreta de perro o gato pueden variar mucho en función de quienes son los padres, si han ganado premios de belleza, etc. Detrás de los “chollos” suelen estar los multicriaderos o gente que no está haciendo las cosas de manera correcta.
- Si puedes, ve a ver sus instalaciones. Un criador serio está orgulloso de su trabajo, y no le importa enseñarlo a los posibles compradores. Normalmente no les suele importar enseñar sus instalaciones y cómo están sus camadas.
- Ve a buscarlo al criadero. Nunca permitas que te envíen un cachorro por una empresa de mensajería. Aunque estas empresas suelen disponer de jaulas y vehículos habilitados para el transporte de mascotas, piensa en el estrés y el miedo que puede pasar un cachorro recién separado de su madre en un viaje como ese.