Con los días de calor intenso que tenemos en verano, es conveniente tomar algunas precauciones para evitar que nuestros compañeros peludos lo pasen mal.
- Evita sacar a tu perro en las horas más calurosas. Esto es especialmente importante en los molosos (perros de morro chato, tipo bulldog o bóxer) ya que, por su morfología, respiran peor y es más fácil que tengan problemas respiratorios.
- NUNCA DEJES A TU PERRO DENTRO DEL COCHE EN VERANO. Ni tan sólo unos minutos.
- Puedes mojarlo con agua antes del paseo, incluso llevar un pulverizador con agua fresquita para echarle en los paseos.
- Lleva siempre agua fresquita para los paseos.
- Es muy importante que siempre tengan acceso al agua. ¡Si está fresquita mucho mejor! Puedes añadir cubitos de hielo o trocitos de fruta congelada a los bebederos para estimular la ingesta de agua.
- Si los perros viven en el exterior, procura que siempre tengan acceso a zonas sombreadas y agua disponible.
- Si tienes terraza o balcón, puedes ponerles una piscina para perros, aunque un barreño con agua también te servirá si el perro no es muy grande.
Algunas ideas refrescantes:
- Rellena un Kong con trocitos de manzana y yogurt, congélalo y ya puedes dárselo a tu peludo para que disfrute.
- Pon huesos para morder dentro de una flanera, rellena con agua y congela. Cuando esté congelado tu perro tendrá un buen rato de diversión refrescante.
- Moja un nudo mordedor en caldo de pollo y congélalo. Luego puedes dárselo para que lo muerda y se refresque.