Cada mes de noviembre, desde el año 2015, se celebra la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad y fomentar mejores prácticas para evitar la resistencia a los antibióticos, causada por un uso constante e indebido.
La resistencia a los antibióticos
La resistencia antimicrobiana consiste en la capacidad de las bacterias, virus o parásitos para combatir la acción del medicamento que lo frenaba. Así, las bacterias se han vuelto resistentes como consecuencia del uso inadecuado o incorrecto de los antibióticos.
Las causas de la resistencia a los antibióticos son múltiples. Acciones como el consumo sin receta, la utilización de antibióticos sobrantes para tratar infecciones víricas como gripes o resfriados, o el uso excesivo en ganadería a lo largo de los años, han provocado que algunas bacterias desarrollen resistencias a muchos antibióticos.
Amenaza actual
Actualmente, esta aparición de bacterias resistentes a los antibióticos constituye una amenaza para la salud pública. Según la campaña ‘Antibióticos: Tómatelos en serio’, del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social del Gobierno de España, las bacterias multirresistentes causan 33.000 muertes al año solamente en Europa y, aproximadamente, 3.000 personas mueren anualmente en España por este motivo. Además, este problema genera unos 1.500 millones de euros de gasto sanitario adicional en la Unión Europea.
Los expertos en patologías infecciosas alertan que, si no se adoptan estrategias mundiales para frenar la proliferación de bacterias resistentes, en el año 2050 las infecciones bacterianas matarán a 10 millones de personas (es decir, más que el cáncer).
Si continuamos con el ritmo actual de consumo de antibióticos, podríamos sufrir un retroceso hacia la era anterior a los antibióticos, cuando una infección bacteriana corriente podía suponer la muerte.
Todos somos responsables del problema y todos podemos contribuir a la solución.
Uso responsable de antibióticos en animales
En el caso de los animales, ocurre exactamente lo mismo. Los antibióticos juegan un papel muy importante para proteger su salud y bienestar, tanto para los de compañía como de producción.
Nuestros peludos también pueden enfermar, sin importar lo bien que los cuidemos y, por tanto, podrían necesitar tratamiento con antibióticos. Es esencial fomentar el uso correcto y responsable, ya que los veterinarios necesitamos estos recursos para poder tratar a nuestros animales de compañía cuando enfermen.
¿Qué puedes hacer tú?
- Utiliza antibióticos sólo cuando te los prescriba tu veterinario.
- Sigue la pauta marcada. Acaba el tratamiento, aunque veas que tu mascota mejora.
- No uses los antibióticos sobrantes sin consultar antes con tu veterinario.
- No recomiendes ni compartas antibióticos. Los antibióticos no sirven para tratar cualquier enfermedad, solo curan las de origen bacteriano.
- Deshazte de ellos adecuadamente. Lleva los antibióticos sobrantes al punto SIGRE de tu farmacia más cercana. Nunca los tires a la basura, WC o desagüe.