Una de las cuestiones recurrentes de nuestros clientes es si deberían dejar dormir a su peludo con ellos. Además, suele ser un tema que puede generar conflictos en la familia.
Animales como los perros están acostumbrados a vivir en manada, durmiendo en el mismo lugar que el resto de sus compañeros. Sin embargo, ¿es perjudicial para nosotros?
Calidad del sueño
Si nos fijamos en las investigaciones más recientes, los resultados del estudio llevado a cabo por el Centro del Sueño de la Clínica Mayo en Scottsdale, Arizona (EE.UU.), son interesantes.
A pesar de que pueda parecer contraproducente, puesto que su movimiento o sus ruidos al dormir puedan despertarnos, el hecho de sentir cerca a nuestra mascota nos compensa, por lo que podría ser beneficioso para el descanso. Esta es la conclusión de la investigación que se llevó a cabo con 150 pacientes, de los que 74 poseían al menos una mascota.
Tras realizar un cuestionario a todos los participantes, se extrajo que el 56% de los dueños de mascotas permitía a las mismas dormir con ellos, ya fuese en el dormitorio o en la propia cama. De ellos, el 41% reveló que no solo no les resultaba perjudicial dormir con su perro o gato, sino que les ayudaba a dormir, dándoles sensación de seguridad, afecto y compañía. Las personas que duermen con perros descansan mejor, porque se sienten más seguras y tranquilas, que las que no lo hacen.
Salud
Pese a los posibles beneficios, existen muchos propietarios que no se sienten cómodos durmiendo con sus peludos por cuestiones de higiene u otros motivos, y esta es una opción totalmente aceptable.
Aunque es cierto que dormir con animales no es recomendable para personas con alergias o asma, todo depende de sus cuidados. Si tomas unas medidas preventivas y tu peludo lleva las vacunas y desparasitaciones al día, no tiene por qué ocurrir nada.
¿Qué puedes hacer?
- Lávalo cada mes o mes y medio.
- Límpiale las patas después de sacarlo a pasear.
- Cepíllale el pelaje para eliminar todo el pelo muerto.
- ¡No olvides desparasitarlo!
Conducta
En realidad, lo único importante a tener en cuenta al tomar esta decisión no es donde duerme, sino actuar con coherencia: la decisión de dormir o no en la cama es una cuestión personal, pero una vez tomemos la decisión del lugar donde dormirá, no podemos cambiar de opinión a cada momento.
Es decir, si nuestro perro o gato pueden dormir en la cama, deben poder hacerlo siempre. Y si tomamos la decisión de que no duerma con nosotros, la regla debe seguirse todos los días. De esta manera nuestro compañero tendrá clara cuál es la norma y evitaremos potenciales problemas de conducta.
Resumiendo, dormir o no con nuestro peludo, es una decisión personal, pero es importante aplicar la norma de manera coherente para evitar problemas de comportamiento.