Los peligros para tu peludo no solo están en el exterior.
Y, es que, también existen muchos potenciales riesgos para tu compañero dentro de casa. Pero, no te preocupes, puedes evitar la mayoría de ellos con sencillas medidas de prevención.
Las medidas que te enseñamos son las parecidas a las que adoptarías si, en lugar de un perro o un gato, tuvieras que proteger a un niño.
Vamos a verlas.
¿Cuáles son los potenciales peligros domésticos para tu peludo?
En general, para prevenir accidentes, practica el “manténgase fuera del alcance de los niños” (en este caso animales) de todo agente peligroso como, por ejemplo: medicamentos, alimentos tóxicos, cables eléctricos, químicos, alturas, piscinas/estanques…
Repasamos algunos de los peligros domésticos a los que debes estar alerta para evitar accidentes, así como prevenirlos y qué primeros auxilios debes aplicar.
Cables eléctricos
La mordedura de cables eléctricos puede electrocutar a tu compañero. La corriente alterna y de bajo voltaje de los cables de uso doméstico ocasionan contracciones tetánicas del músculo, por lo que pueden prolongar el contacto con la fuente eléctrica generando un mayor daño.
El daño ocasionado puede ir desde quemaduras de diversa consideración en cara y boca, hasta problemas respiratorios como edema pulmonar neurogénico o arritmias cardiacas (como las fibrilaciones ventriculares).
Prevención: Evita el acceso de los animales a cables conectados a la corriente como, por ejemplo, cargadores de móviles o portátiles.
Primeros auxilios: Al no existir un tratamiento específico, debes trasladar a tu peludo inmediatamente al veterinario para que trate las lesiones.
Medicamentos
Tanto perros como gatos pueden intoxicarse con muchos de los medicamentos que podemos tener en casa: antiinflamatorios, antidepresivos o antiparasitarios para animales, entre otros.
Estas intoxicaciones suelen ser más frecuentes en perros, ya que encuentran los medicamentos y los ingieren. En otras ocasiones, el cuidador ignora que pueden ser peligrosos y los administra sin pensar en las consecuencias.
Prevención: Mantén los medicamentos fuera del alcance de perros y gatos (y niños) y no los “automediques” sin supervisión veterinaria.
Primeros auxilios: Ante una ingestión por accidente, llama o acude lo antes posible al veterinario porque la actuación puede ser distinta en función del medicamento ingerido.
Alimentos
La intoxicación alimentaria es bastante frecuente. Una de las más conocidas, tanto en perros como en gatos, es la intoxicación por ajo o cebolla. Para tu peludo, todas las partes de la cebolla o del ajo se consideran potencialmente tóxicas y, sobre todo en gatos, cualquier cantidad, por pequeña que sea, puede darte un buen problema.
Otros alimentos que pueden provocar intoxicación son las metilxantinas (cafeína, teofilina, teobromina…) que contienen productos como el café, el té o el chocolate.
Prevención: El conocimiento es poder. Si conoces la variedad de alimentos tóxicos para perros y gatos, evitarás dejarlos a su alcance (en la basura) o dárselos como alimento o premio.
Primeros auxilios: En caso de intoxicación alimentaria, acude lo antes posible al veterinario para actuar con rapidez y valorar el tratamiento necesario.
Plantas
La lista de plantas potencialmente tóxicas para perros y gatos es inacabable. Sin embargo, hay que destacar que:
- Un gran porcentaje de las plantas de interior son tóxicas, en mayor o menor medida.
- En general, las plantas aromáticas no son tóxicas.
Además, destacan por su toxicidad los lirios, ya que pueden provocar fallos renales agudos.
Prevención: ten en cuenta estos aspectos si te planteas adquirir este tipo de plantas y, en todo caso, mantenlas alejadas del alcance de tu peludo.
Primeros auxilios: dependiendo de la planta ingerida, el procedimiento será diferente. En cualquier caso, llama o acude al veterinario cuanto antes.
Otros peligros domésticos
- Cuerpos extraños: tu peludo puede ingerir múltiples objetos, algunos inimaginables, que pueden causarle problemas en el tracto digestivo. Son especialmente peligrosos los cuerpos extraños lineales, es decir, aquellos objetos como hilos, lanas, medias, etc. Tanto perros como gatos son susceptibles, pero los gatos tienen “predilección” por los cuerpos extraños lineales. A los perros les da igual lineal que no lineal, ¡se lo comen todo!
- Etilenglicol (anticongelante): si se ingiere, es un producto muy tóxico con un alto índice de mortalidad. Tiene un gusto dulce, especialmente atractivo para los perros. Mantelo fuera del alcance y, en caso de ingesta, visita al veterinario lo más rápido posible, para evitar el daño renal que se produce pocas horas después de ingerirlo.
Y… dentro y fuera de casa: La temperatura
En verano hay que tener cuidado con las altas temperaturas para evitar golpes de calor. Los golpes de calor ocasionan graves problemas, que pueden conllevar la muerte del animal.
¿Cómo prevenir golpes de calor?
Tanto perros como gatos deben disponer de agua y sombra disponible e ilimitada, y buena ventilación. Esto es especialmente importante en los perros braquiocefálicos (aquellos de morros chatos), ya que su capacidad de eliminar el calor corporal mediante la respiración es muy limitada.
Al contrario que los humanos, los perros y los gatos no disponen de glándulas sudoríparas en la superficie corporal. Para eliminar calor solo disponen de la respiración, por lo que son más susceptibles al calor que nosotros.
RECUERDA: Nunca dejes a tu peludo dentro de un coche cerrado (aunque creas que no hace calor), en una terraza sin sombra o le hagas hacer ejercicio a horas muy calurosas. Lleva siempre agua para ofrecerle.
Primeros auxilios
En caso de golpe de calor, además de contactar con tu veterinario, mientras te diriges a la clínica puedes intentar bajar la temperatura corporal mediante toallas mojadas y ventilación activa (con un ventilador, por ejemplo). Puedes cambiar las toallas por otras húmedas mientras las otras van secándose.
Y recuerda que no conviene sumergir a tu peludo en agua muy fría, ya que esto le ocasionará vasoconstricción periférica (el músculo del vaso se contrae para intentar compensar los cambios en la temperatura corporal) y puede ser contraproducente.
¿Tienes alguna duda?