Hoy en día ya nadie duda del vínculo emocional que se crea entre un perro y su dueño. Una relación especial que se forja a lo largo del tiempo y que permite, por ejemplo, que el animal reconozca la voz de su propietario entre una multitud o que sea capaz de detectar un ataque epiléptico.
Es por esta razón que hoy hablamos de un fenómeno conocido como el contagio emocional.
¿Qué es el contagio emocional?
Se trata de un proceso imperceptible en el que un individuo emite señales emocionales que afectan a las personas de su alrededor. Podríamos decir que es el reflejo y la asimilación inconsciente de los estados de ánimo entre dos o más individuos.
Así pues, como si de un virus se tratase, las emociones pueden contagiarse. Y recientemente se ha demostrado que este fenómeno también ocurre entre sujetos de diferentes especies, como entre un perro y un humano.
Investigación del estrés
Según explica National Geographic en su artículo ‘Tu estrés podría estar afectando a tu perro’, un estudio reciente, llevado a cabo por la Universidad de Linköping, ha demostrado que el estrés prolongado de los dueños de perros tiene un efecto directo sobre sus mascotas, lo que se asocia al desarrollo de mayores niveles de estrés en los animales.
Para realizar el estudio, se midió la concentración de cortisol en el cabello de 58 perros de dos razas diferentes – 33 pastores de Shetland y 25 Border Collies – así como el de sus amos, y se analizó los niveles de estrés durante un año.
Para la investigación se tuvieron en cuenta diferentes sexos, estilos de vida y rutinas diarias de los perros, así como la posible influencia de los rasgos de personalidad de los dueños.
Conclusiones
Los resultados mostraban que cuando los niveles de cortisol hallados en humanos eran altos, también se incrementaban en sus mascotas y, especialmente, en el caso de los perros, si eran hembras.
Además, a través de diversos cuestionarios realizados a los propietarios, los investigadores descubrieron que las personalidades de los perros (según la clasificación de sus dueños) no tenían ninguna relación con los niveles de cortisol hallados en sus dueños. No obstante, ciertos rasgos de la personalidad de los propietarios como la inestabilidad emocional sí que mostraron una relación con el aumento en los niveles de cortisol de los perros.
Por lo tanto, se llegó a la conclusión que los perros tienen la capacidad de reflejar el nivel de estrés de sus dueños, y no al revés.
Interesante, ¿verdad?
Gracias a investigaciones como esta, se descubren otros matices de la relación entre perro y humano, que pueden ser muy útiles para mejorar la salud de nuestras mascotas.